viernes, 21 de septiembre de 2012

"Muchas preguntas, una sola respuesta"

Era un día habitual de un invierno frío pero sin tormentas, era Julio. Estaba sentada mirando hacia la ventana viendo como los árboles tenían copitos de agua-nieve en sus copas. Mientras tanto escuchaba la radio, cuando de repente una mujer dice:
-"¡Señores esto no es un buen pueblo, necesitamos justicia! ¡Mataron a mi esposo y nadie ha echo nada aún! ¡Haré justicia por mi esposo como si fuera lo último que haga!"
Si soy sincera, quede traumada luego de las palabras de esta mujer. Rápidamente, vi el noticiero y descubrí que había asesinado a un farmacéutico, llamado Felipe Modesto, y que se rumoreaba que había tres sospechosos; una empleada de la farmacia llamada Ludovica Montéz, el sobrino del farmacéutico que se encontraba en bancarrota y un vecino de Felipe.
De inmediato llamé a un grupo de amigos de mi barrio para que  me ayudaran a resolver este enigma; llegaron a mi casa, se sentaron en el sillón y llevaban sacos de detectives (muy graciosos por supuesto).
Marcos, el chico más audaz del grupo, después de que le comentara lo sucedido, hizo su veredicto y dijo que el sobrino era el culpable de dicho crimen ya que el estaba en bancarrota y su tío próximamente tendría mucha plata.
Mateo, le más imaginativo, acotó lo mismo que Marcos. Pero Carla, mi amiga, dijo que lo mejor sería preguntar en la panadería que estaba enfrente de la farmacia a ver si habían escuchado o visto algo. Agarramos nuestros abrigos y fuimos a la panadería. Nos atendió el asistente del panadero ya que el panadero estaba de vacaciones. Era un chico alto, flaco, pelo rubio y con una tacaña mirada. Nos contó que había observado sólo cuando llegó la ambulancia para que se lleven a la víctima, y en todo ese lío vio salir a una muchacha, toda de negro, escapando por la puerta de atrás.
Le agradecimos y nos fuimos a un bar a pensar.
Marcos: "Supongo que fallé en mi veredicto y al final era la asistente del farmacéutico la que lo mató, no puedo creer que fallé".
Mateo: "Fallamos, en todo caso".
Yo: "Hay algo que no me cierra de todo esto, ¿Por qué ella querría asesinarlo?"
Mateo: "(siendo chistoso) capaz porque no le pagaba bien, ja ja".
Nos levantamos, pagamos en el café y nos fuimos a caminar. Mientras tanto pasábamos por una lavandería y dos mujeres hablaban en la calle:
-"¿Viste el farmacéutico que lo mataron?- dijo la mujer de pelo rubio.
-"¡Si! ¡Terrible! Encima se había anotado en esta lavandería un día antes de que lo mataran.
Rápidamente entramos a la lavandería y con amabilidad le pedimos a la muchacha que nos diera la lista de los clientes. Tanto buscar y buscar ¡lo encontramos!. Era su nombre, anotamos la dirección de la ropa que le tenían que llevar lavada, y nos fuimos por la parte trasera del negocio. Nos dirijamos a esa dirección, era en Longchams, en una casa de madera y situada en una esquina.
"¡Aquí es! -dijimos a coro.
Mateo tocó el timbre, salió una señora regordeta y amargada.
Yo: "¿Aquí vivía un tal Felipe Modesto?"
La mujer: "¿Qué?, por dios que barbaridades dicen, ese hombre hace años que no vive aquí, murió en un accidente de auto.
Nos fuimos preocupados y preguntándonos si habíamos anotado bien la dirección; cada uno se fue para su casa.
Me fui a mi cuarto, me encerré en mi habitación y me puse a pensar en todo lo que habíamos hecho ese día. Al día siguiente, fui a la lavandería y disimuladamente saqué una prenda de la percha, y la camisa decía Felipe Modesto. Le pregunté nuevamente a la lavandería a dónde se dirigía esta prenda y me dio la misma dirección de la otra vez. Empecé a asustarme. ¿Por qué esa señora estaba tan loca cuando pregunté por el farmacéutico?
Compartí lo que me habían dicho con los chicos y ellos dijeron que se trataba de un fantasma. ¿Fantasma? ?¡JAJAJAJA! No creo en ese tipo de cosas espirituales, mis amigos tienen mucha imaginación...
Volví a la casa de esa dirección, y la señora me hizo pasar. Era una casa vieja y casi sin vida, tenía muchos cuadros de personas, y uno me llamó la atención: Era el farmacéutico; lo miré con expresión rara y la mujer me dijo que me iba a contar una historia. Esa historia, comenzaba así:
-"Felipe Modesto era un niño y un hombre maravilloso, con mucha creatividad y con la mente bien abierta. Pero muchas cosas pasaron en ese "niño", creía mucho en fantasmas y en cosas sobrenaturales. Un día como cualquier otro, murió atropellado. Es una historia triste, lo sé, pero esto pasó hace 4 años, y se dice que algunas personas todavía lo siguen viendo..."









lunes, 17 de septiembre de 2012

Juego Matemático

En Matemática tuvimos que hacer unos juegos, que tengan que ver con la materia. En mi caso elegí el "Solitario". 
¿Cómo lo hice?
1-Agarré un cartón (puede ser caja de cereales, etc) y lo recorté en un cuadrado.
2-Le dibujé 33 círculos y los pinté. Pinté todos de un mismo color, menos el del medio.
3-Recorté (en cartón) 32 círculos de igual tamaño a los que había echo antes.



REGLAS:

-Coloca 32 fichas en sus lugares dejando el centro libre. Mové cada ficha en dirección horizontal o vertical saltando sobre una ficha a un lugar libre.
La ficha "saltada" es eliminada y retirada del tablero. No podes hacer ni saltos diagonales, ni movimientos sin saltar sobre una ficha.
El objetivo del juego es eliminar todas las fichas que puedas, y el resultado perfecto es quedarse con una sola ficha y esta en el lugar que quedó libre cuando empezó el juego en el centro.

RESULTADOS:

-Si te quedan 5 fichas, Bueno.
-Si te quedan 4 fichas, Mejor.
-Si te quedan 3 fichas, Muy bien.
-Si te quedan 2 fichas, Excelente.
-Si te queda 1 ficha, ¡Aplausos por favor!